Capitolo 70 Él se puso extraño
Máximo non è stato capace di contenere tanto l'emozione quanto l'allegria.
"¡Sí, mi amor!", rispose ella. Ya que no pudieron abrazarse como querían, se quedaron frente a frente, sonriendo y llorando.
"Tendremos la boda que mereces, como debería haber sido presentada la señora Castillo", disse il chico.