Capitolo 35 Cenare con i piccoli
In quel momento, Carolina rimase sola nella stanza, insieme ad Abigail. El lugar era bastante espacioso, con paredes blancas, una cama doble increíblemente suave, un armario, una cómoda y una mesita de noche. Il dormitorio era sencillo ma acogedor, come il resto della casa, dando una sensazione di calma.
Osvaldo già le aveva commentato che podía descansar e quando sirvieran la cena, la llamarían.
"¿Señorita?", disse Abigail, toccando la porta. "La cena está lista, el jefe y los niños la están sperando".
"¡Muchas gracias! ¡En seguida voy!", rispose Carolina, lasciando un lato del libro che estaba leyendo y levantándose de la cama. Quindi mi guardai nello specchio e ne fui soddisfatto. El vestido celeste, de cuello alto y corte sencillo, con las zapatillas de color beige trasmetteva un aire tranquilo y serio.
Tanto pronto come la chica llegó al comedor, la risa de Bianca se detuvo y Tonny la miró con cierto enojo. Immediatamente il bambino si adeguò a levarsi, ma in quella occasione Osvaldo non se lo permise, sujetando il braccio.