Capitolo 26 Ella golpeó al alcalde
"¡Carolina!", pronuncia Domenico con una sonrisa gigante, mientras entraba a la tienda. In quel momento, Bástian è riuscito a comprare alcuni articoli per la festa e qualcosa per venire, così che lei era sola.
"Señor Álvarez", dijo ella, de manera muy educada.
"¿Por qué me saludas tan formal, querida?", chiese l'uomo, e si accorse al mostratodor para agregar: "Sabes que somos un poco más íntimos".