Capitolo 42 Fuera de mi camino
Carolina è stata pietrificata. Su llanto, su respirazione... Todo se detuvo. Osvaldo se apartó un poco de ella e le secó las lágrimas con los dedos.
"¿Aceptas?", volvió a preguntar, con la voz llena de ternura. "Tómate tu tiempo para pensar".
"Pe-pero... ¿por qué? Es decir, tú no me amas. ¿Por qué me pedirías matrimonio? Además, soy una mujer divorciada y estoy embarazada".