Capitolo 42 Fuera de mi camino
Carolina è stata pietrificata. Su llanto, su respirazione... Todo se detuvo. Osvaldo se apartó un poco de ella e le secó las lágrimas con los dedos.
"¿Aceptas?", volvió a preguntar, con la voz llena de ternura. "Tómate tu tiempo para pensar".
"Pe-pero... ¿por qué? Es decir, tú no me amas. ¿Por qué me pedirías matrimonio? Además, soy una mujer divorciada y estoy embarazada".
"Me gustas, Carolina. De otra manera, pero me gustas. Y mis hijos te adoran. Tonny mencionó su deseo de que fueras su madre. Bia no se quedó atrás".
Osvaldo le acomodó dolcemente un mechón de cabello detrás de la oreja. Carolina le importaba, no como pareja, sino como hermana. Non voglio sapere perché mantenere un rapporto tra marito e donna a casa.