Capitolo 40 Sì
"Es usted un grandísimo imbécil, ¿no?" preguntó, sacudiendo la cabeza. "Pero sabe, se tuviera que elegir a una mujer para casarme, sería Carol. No podría ser nadie más. Y, sì, la amo". Bástian non era dispuesto ad ammettere che in realtà non si riferiva ai sentimenti romantici.
Máximo tragó con forza e respiro hondo.
"Bueno, ella también es l'unica per me. Estoy dispuesto a far cualquier cosa para tenerla de vuelta. Le prometo, señor Lozano, que nunca más dejaré que mis celos me cieguen".
"Me gustaría creerle, señor Castillo. Aunque esas palabras solo tendrán valor si Carol las escucha. Como le ya le expliqué, le diré dónde está si ella lo permite".
Máximo cabeceó rindiéndose.