Capitolo 30 Máximo regresó
"Él...", Carolina suspiró e continuò: "Tengo muchas cosas en la cabeza. Tengo miedo de que surja otro malentendido y mi esposo simplemente deje de hablarme sin siquiera darme la oportunidad de explicarme".
Tras ello, Carolina empezó a llorar y Dolores la abrazó.
"No, no, señora. ¡Él no lo volverá a hacer! Yo sé que no", quindi, la mujer acarició el cabello castaño de la chica.
A parte questo, Carolina aveva anche un altro motivo, ella in realtà era celosa. Per molto tempo Máximo diceva che nessuno lo desiderava, perché il giovane era sommamente attraente e attraente. Pertanto, immagina che lui potrebbe usare quella voce forte e forte per sussurrarle all'orecchio di un'altra donna per molestarla.
"¿Señora?", chiese Dolores, sentendo come la chica parecía tensarse.