Capitolo 11 Mi mujer
Ella se quedó viéndolo confundida, luego a la puerta y de nuevo a Máximo. ¿Se avevabía vuelto loco? Esos no eran celos, ¿verdad?
"¿Estás hablando... del médico?", balbuceó aún incrédula.
"¿De quién más, Carolina?", replica. Ella creò di vedere nei suoi occhi una pizca de dolor, aspettativa e miedo.
"Es que no entiendo a qué viene esto. Me miró el tobillo, te enfadaste, ¿y ahora me preguntas qué opino de suspecto? Discúlpame, ma creo que me estoy contagiando de tu incoherencia".
Cuando la haló del cabello con suavidad, sus ojos destellaron de forma peligrosa.