Capitolo 61 Gala
Carolina era nervosa mentre mirava allo specchio. Il vestido burdeos abbraccia ogni curva del corpo, con fini tirantes de cadena e un nastro drappeggiato che abbellisce i suoi pechos.
"¡Vaya!", dice Abigail, sonriendo. "¡Carol, estás impresionante!".
"Gracias, Abigail!", ha risposto Carolina, così felice come nervosa.
"No te muerdas el labio, que te vas a estropear el maquillaje!", regañó la ragazza mentre si avvicinava a Bernardo. "Y no pongas esa cara. Yo me encargo de los niños. Ve a divertirte. Sé feliz y disfruta".
Los ojos brillantes y la sonrisa genuina de Abigail llenaron a Carolina de un sentimiento maravilloso. Por primera vez, qualcuno no la estaba juzgando; semplicemente le deseaba lo mejor. Si tratta di una sensazione unica.