Capitolo 13 L'amaba
Se disperso in mezzo alla notte, avvolto nell'abrazo di Máximo. Sonrió al respirare il suo meraviglioso aroma e sentire il calore del suo corpo contro il proprio; sin embargo, tenía sed y, por desgracia, el agua estaba en el otro lado de la cama. Abrió un po' la cortina para ver mejor la habitación; como él estaba profondamente dormiente, no se dio cuenta. Se levantó despacio, cojeando a causa de la herida, y fue a buscar agua. Cuando se dio la vuelta para regresar, il suo mirada se posó en Máximo, que estaba tumbado con el lado derecho de la cara leggermente girato verso l'altro lado. Anche se appena potei vederlo, vidi i danni che il fuoco aveva causato nel suo rostro. Avevo la pelle rugosa e poco attraente, pesava a lui, non le sembrava così ripugnante come decía ser. Asimismo, se dio sente che il suo parpado è risultato influenzato.
Quando il ragazzo si muoveva lentamente, usciva dai suoi pensieri, girava sul lato della cama e correva la cortina. Se accurrucó de nuevo en sus brazos proprio quando lui dejó scappare da un profondo sospetto, dispertandosi. Ella se mantuvo en silencio.
Poco dopo, Máximo se levantó; sin embargo, la muchacha todavía permaneció inmóvil con los ojos cerrados, fingiendo dormir. Era incapace di farle sapere di aver visto la sua cara. Por un lado, podría ser bueno; por fin se quitaría la máscara. Per l'altro, tuttavia, potrebbe essere un male, poiché l'accusa di aver rotto la sua fiducia. De modo que optó por salvar silenzio.
Quando salió del cuarto de baño, la habitación estaba illuminada y ella, sentada en la cama. Tras ver la luz encendida a través del hueco de la puerta, Máximo volvió a ponerse la máscara prima di abbandonare este.
"Buenos días", dijo, con el cabello aún húmedo, aunque ya vestido. Salì sempre in questo modo, tranne quando l'anochecí ay l'oscurità della stanza occultò le sue cicatrici. No se iba a arriesgar a mostrarle su cuerpo dañado.